domingo, 25 de mayo de 2008

Otras Slrs profesionales

Al hablar de las cámaras profesionales, o mejor dicho de la cámara profesional ideal me he dejado fuera algunas cámaras alemanas. Por ejemplo la Contarex, peso pesado de la Zeiss Ikon que poseía algunas característica profesionales. No triunfó, entre otras cosas porque en los años sesenta valía lo mismo que un SEAT 600 nuevo. Más de 60.000 pesetas de la época y el doble que una Nikon F (siendo esta, ya de por sí, carísima). No quiero irme por las nubes pero es posible que por lo que valía una Contarex en 1965 es posible que uno pudiera comprarse un pisillo de segunda mano… Las Ikarex, ya de los primeros setenta y prácticamente el canto de cisne de la Zeiss (ya fusionada con Voigtlander, en realidad la Ikarex era un proyecto Voigtlander retomado por la Zeiss), eran semiprofesional, incluso una de ellas blasonaba de tal en un logo, pero no cuajaron porque se habían quedado obsoletas antes de nacer. No eran motorizables aunque algunos modelos sí tenían visores y hasta pantallas intercambiables. Sus objetivos, Skopar, eran lo mejor de todo, pero la Zeiss dio muchos palos de ciego. Aparecieron modelos con bayoneta propia, luego con rosca práktica (42mm)… y mientras pensaban si eran galgos o podencos los japoneses se los zamparon con patatas. Las Ikarex eran cámara gigantescas, de nula ergonomía. En cuanto a los resultados, la verdad es que no las he probado (tengo dos), pero seguro que, con los pedazo de objetivos que tenían, merece la pena. Ya les contaré.
Están luego las Edixas, curiosas cámaras también alemanas famosas por su poca fiabilidad mecánica. Producidas por la Wirgin, tenían, en efecto, visores intercambiables, pero ahí acaba todo su parecido con la cámara profesional. Tengo cuatro o cinco y ninguna funciona. Por cierto, la primera reflex automática del mundo fue una Edixa (más o menos por la misma época salió en Francia la Savoyflex).
He dejado para el final las que podríamos llamar “semiprofesionales”. Cámara compactas, mecánicas, dotadas de su propio “sistema” (que incluye motores profesionales, pantallas intercambiables, respaldos para película a granel), pero en las que se ha prescindido de los visores intercambiables. Interesante apuesta que a menudo fue elegida por los reporteros que preferían la compacidad y el pequeño tamaño antes que otras características. La pionera, debida al genio del diseñador Maitani, fue la Olympus OM1, que dio lugar a una saga (la OM2 y la OM4, electrónicas, y la OM3, mecánica y una de las cámaras mejor cotizadas incluso en estos tiempos digitales. Más tarde apareció la OM 2000, mecánica también, pero que nunca he tenido en mis manos). La OM1 era tan pequeña como una Leica II y completamente mecánica. Su diseño resultaba muy poco convencional, ya que las velocidades iban alrededor del objetivo (como en las viejas Nikkormat) y donde uno esperaba el dial de velocidades únicamente estaba el selector de ASA/DIN. Pero, sin embargo, la pequeña OM1 podía dotarse de un motor de hasta 5 fotos por segundo, de un respaldo de película a granel y tenía también pantallas intercambiables por el propio usuario. Su sistema antivibración en el espejo (mediante amortiguadores) fue único y es todavía inigualable.
La aparición de la OM1 hizo que Pentax apostara también por la miniaturización y el resultado se llamó Pentax MX, todavía más minúscula que la OM1 y todavía más profesional. Salvo curiosidades, como las primeras Zenit (no en vano se trata de una copia de la Leica II a la que se ha colocado un pentaprisma), es la reflex más pequeña del mundo y con el objetivo de 40mm que se diseñó especialmente para ella cabe en el bolsillo de una camisa. Ambas son ejemplos señeros de ingeniería humana. La MX usaba célula de Arseniuro de Galio (lo último de lo último, recordemos que la OM1 todavía usaba la vieja célula de Cds) y los datos se leían por leds (menos frágiles que la clásica aguja). Los diafragmas podían verse a través del visor, gracias a una oportuna ventanilla.
Poco después acudió al reclamo la Nikon, con su FM (seguida, años después, por la FM2, la FM3… y la penosa y plástica FM-10). La FM no era tan compacta como las anteriores y no disponía de un motor “tan profesional” (tanto el MD11 como el MD12 sólo llegaban a los 3,5 fps), aunque sí de pantallas intercambiables. Pese a haber llegado tarde y ser un poco más grande que sus rivales, era una Nikon. Es decir, disponía del mayor repertorio de objetivos de la historia, y eso se hizo notar. La FM se convirtió en el “segundo cuerpo” de todo profesional y para muchos (cargados de prejuicios contra la flamante Nikon F3, tan dependiente de las pilas) la primera. Su legendaria dureza y su precio “razonable” (tratándose de Nikon) la hizo pasar a la historia. Todavía es una cámara muy apreciada. La FM, antes de que se me olvide, tiene palanca para exposiciones múltiples.
Personalmente reconozco sentir debilidad por este tipo de cámaras, más modestas que las “profesionales”, pero mucho más “todoterreno”. Es muy fácil diseñar una cámara enorme y pesada, pero meter todo lo que Maitani metió en la OM1 (hasta un bloqueo de espejo, palanca de profundidad de campo, un contacto de flash que sirve a la vez para flashes electrónicos y de bombilla con sólo girar una palanca… Por fin, su visor cubre el 97% del fotograma, algo sólo frecuente en las cámaras verdaderamente profesionales. Por cierto que esa característica se me olvidó enumerarla en el artículo sobre “¿Cuál es la mejor réflex profesional de todos los tiempos?”.

¿Con cuál me quedaría? En mi caso con la Nikon FM, pero quizá por razones puramente egoístas. Dispongo de varios objetivos Nikkor, mientras que de Olympus o Pentax apenas tengo algún 50 mm… Así que… La verdad es que, por hacerle alguna crítica, la OM1 es una cámara un poco “marciana”, demasiado original (le pasa un poco como a los Citroën, y no sólo por su sistema de amortiguación). Por el contrario la MX y la FM son clásicas en la disposición de sus controles y de discretas rozan la fealdad… La encantadora fealdad de lo funcional, que llega a la belleza eliminando lo supérfluo. No son cámaras para lucir, sobre todo la minúscula MX. Un detalle que da un poco de repelús: el autodisparador de plástico de la FM. Estoy pensando en cambiárselo por el de una vieja Nikkormat…

8 comentarios:

Marta Ruescas dijo...

Bueno, como comprenderás no puedo hacer ningún comentario al respecto de tu entrada de hoy porque mi conocimiento sobre cámaras es nulo. Pero sí entro a decirte buenos días y a mandarte un beso. Marta

juan luis dijo...

Hola Retógenes: te saludo cordialmente desde el universo alternativo de internet, recordando los agradables debates del fenecido chat de MSN hace ya unos cinco años. Me enviaste un libro tuyo sobre Catalañazor ¿recuerdas?....
Espero que los dioses te hayan sido propicios estos años y lamento no haber seguido con aquellas enloquecidas discusiones. Te animo a seguir este blog u otro cualesquiera,con lo que tengas que decir, que seguro que resulta interesante. Un abrazo desde el más allá de tu amigo del sur GUARF1

Antonio Ruiz Vega dijo...

Hola Juan Luis/Guarff. También tú me mandaste un libro sobre Almería, creo recordar. Sí, yo también recuerdo aquellos tiempos. Por cierto que usé mi nick para denominar a un asteroide que se estrella contra la tierra en mi novela "La Isla suspendida". Si quieres te la mando.
Un saludo.

juan luis dijo...

estimado Retógenes me alegra ver que, aunque tu extraño blog de cámaras rarísimas tiene escasa actividad, sigues ojo avizor.¿Tienes algun otro más activo? ¿Has tirado la toalla de tus recencsiones literaris?¿Tengo alguna posibilidad de charlar contigo?¿tienes un correo electrónico operativo? el mio te lo dejo aquí, aún a riesgo de que me lo saturen con viagra (que no necesito, modestia aparte) y guarrerías: jperezto@gmail.com. Me gustaría escibirte más en extenso. Saludos desde el hiperespacio Juan Luis Pérez (GUARF1)

Eli dijo...

Hola,
Soy aficionadilla a la fotografia. El año pasado fui a veranear a Portland (Oregon - Estados Unidos), y me compré una camara super antigua. Ahora la estoy probando y espero que el carrete ni se vele, ni nada parecido, pues lo unico que le pasa es que la almohadilla que tiene alrededor estaba bastante mal.
Es que me ha gustado mucho tu blog, con todas esas fotos de camaras. ¿Son todas tuyas? Son alucinantes. ¿Funcionan todas?Bueno un saludo.
Eli

Antonio Ruiz Vega dijo...

Hola Araceli, ya ves lo que entro, que estaba tu post desde diciembre... Si quieres que te diga algo de tu cámara mándame una foto o dime al menos cómo se llama. En cuanto a mis cámaras, sí son todas mías, y no salen todas. Tendré unas trescientas, calculo. Por cierto que desde septiembre del 2008 he decidido no comprar más, por cuestión de espacio. Por internet puedes comprar almohadillas para sellar la cámara, aunque, bueno, depende de cómo sea la cámara.
Un saludo.
Antonio

Anónimo dijo...

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Mario dijo...

Yo creo que siempre que uno debe comprar una cámara es importante conseguir también una memoria sd ya que seguramente se va a necesitar obtener un almacenamiento extra y por eso es tan importante